Crisis Humanitaria en Centros de Privación de Libertad en República Dominicana: CNDH-RD interpela al Estado ante la CIDH
Por Santiago Ureña
Santo Domingo.La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) denuncia la inacción estatal frente a las constantes demandas de respeto a los derechos humanos en las cárceles dominicanas. Ante esta negligencia, se recurre a instancias internacionales.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) ha alzado su voz ante lo que considera una inercia y negligencia crónica por parte del Estado Dominicano en atender las demandas de respeto a los derechos humanos en los centros de privación de libertad del país.
En un movimiento sin precedentes, la CNDH-RD ha anunciado que interpelará al Estado ante organismos internacionales, llevando el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington, DC, EEUU.
La audiencia temática está programada para el próximo 28 de febrero de 2024, donde se confrontará directamente al Estado Dominicano sobre las condiciones inhumanas en las que viven los privados de libertad en la República Dominicana. La situación en los centros penitenciarios del país ha llegado a un punto crítico, con un deterioro progresivo de las condiciones de reclusión que ha llevado al hacinamiento a alcanzar niveles alarmantes, alcanzando hasta un 60% en algunos casos.
Actualmente, se cuenta con 46 centros de privación de libertad distribuidos en las 32 provincias, con una capacidad para aproximadamente 12,000 internos.
Sin embargo, la cifra real supera los 26,000 privados de libertad, con más del 80% siendo presos preventivos y alrededor de 13,000 viviendo en condiciones de hacinamiento e infrahumanas.
Esta situación representa una clara violación de los derechos humanos establecidos por las reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, así como de la Constitución Dominicana y la Ley 113-21 que crea el Sistema Penitenciario y Correccional.
El sistema penitenciario dominicano está al borde del colapso total, y las condiciones de reclusión no solo representan un castigo, sino una violación inaceptable de los derechos humanos de los reclusos.
La falta de espacio físico, la mala alimentación, la atención médica deficiente, la escasez de medicamentos, el acceso limitado a agua potable y condiciones higiénicas precarias son solo algunas de las violaciones que sufren quienes están privados de libertad.
En palabras de la CNDH-RD, los centros de privación de libertad se han convertido en cementerios de hombres vivos, donde la dignidad humana se ve pisoteada y la vida de los reclusos corre peligro constante.
Es hora de que el Estado Dominicano asuma su responsabilidad y tome medidas concretas para abordar esta crisis humanitaria que afecta a miles de personas en el país.